Lo que más importante me ha
parecido de la clase de hoy es la manipulación de los medios de comunicación
que cada día es más evidente a los ojos de cualquier persona. No podemos
olvidarnos de la publicidad, causante de manipular a la sociedad de una manera
u otra.
El inmenso poder e influencia de
la televisión a través de la publicidad, las enormes sumas de dinero que ésta
maneja, los efectos dañinos que produce sobre el espectador medio, el injusto
papel que atribuye a la mujer, la desvergüenza de su simbología sexual o las
perversas estrategias para despertar necesidades, son los males habituales
atribuidos a la publicidad en televisión.
Todo este ejercicio de
manipulación ejerce una presión directa sobre los seres más inocente, los
niños. El niño es un usuario precoz y
que ve más horas de televisión conforme aumenta su edad.
Los niños encienden el televisor
para divertirse, la fantasía les produce placer porque se identifican con los
personajes y héroes.
Por supuesto, la televisión
también tiene efectos nocivos. Puede provocar una actitud pasiva, pues al ser
una actividad meramente receptiva no supone ningún esfuerzo y anula la
iniciativa del niño.
La publicidad puede ser muy nociva
para los niños porque les manipula, las imágenes y la forma de presentar los
productos les hace desearlos pero ellos no saben que se losa están intentando
vender y los niños exigen a sus padres que se los compren.
La competencia televisiva no se
basa en ofrecer programas serios, no hay preocupación por la calidad ni por el
contenido de la programación.
En muchos programas se intenta
crear naturalidad mediante la "falsa sorpresa", el presentador finge
que sucede algo imprevisto en el guión y se sorprende. Pero es sólo un truco,
de hecho, el presentador no pretende que sea verosímil, hay fingimiento del
fingimiento de la sorpresa. El espectador lo sabe, no se pretende que lo crea,
por eso lo importante es el esfuerzo por ofrecer un mero espectáculo al
espectador.
Todo esto nos lleva a la conclusión de que la
televisión es un vehículo de control. Es el símbolo de la cultura de masas,
esta cultura se convierte en incultura cada vez mayor para aumentar su
aceptación entre el público, que no tiene otras opciones mejores.
La televisión construye un mundo
aparentemente neutro y que supuestamente representa al mundo real. Da una
visión de la vida más agradable y con menos problemas de los que hay en la
realidad, para conquistarnos. Al estar basada en la imagen, la televisión da
demasiada importancia al físico, y las personas que aparecen en el mundo
televisivo se ajustan siempre al canon de belleza vigente, lo cual no ocurre en
la realidad y esto crea inseguridad en los ciudadanos de a pie
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